Cuando te acostumbras a planificar el menú semanal y a hacer la compra en función de lo que necesitas puedes preparar comidas con antelación para la semana.
El objetivo es poder comer saludablemente aunque no dispongas de tiempo cada día para cocinar.
Preparar comidas con antelación requiere seguir unas reglas de seguridad alimentaria
Las comidas pueden estropearse en muy poco tiempo si nos las cocinas bien o no las mantienes en condiciones apropiadas: pueden provocar alguna infección alimentaria.
Cocinar bien significa cocer los alimentos a la temperatura adecuada para eliminar los microorganismos que puedan estar presentes:
la temperatura que debe alcanzar el centro del alimento al ser cocinado es de al menos 75o C durante dos minutos.
Con este tratamiento se eliminan las bacterias pero no todas las esporas, por eso no se deben dejar los alimentos a medias de “cocer” para luego acabarlas.
En las preparaciones semicocinadas el centro del alimento no ha alcanzado la temperatura de esterilización; y las esporas pueden desarrollarse hasta bacterias, contaminando el alimento que creías esterilizado.
Con el tratamiento culinario habitual se consiguen los 75°C en el interior del alimento. Piensa en los guisos, sopas, asados a los que se da la vuelta, etc.
Pautas para conseguir seguridad alimentaria
Una vez cocinado el alimento puede conservarse:
- Refrigerado si se consume en 3-4 días.
- Congelado si su consumo se hace pasados más de cuatro días.
Los alimentos que se colocan en el frigorífico o en el congelador deben estar a temperatura ambiente
Nunca debes introducir un alimento caliente ni en el frigorífico ni en el congelador: elevaría la temperatura del aparato y aumentaría el riesgo de deterioro y contaminación de los alimentos que contienen.
Por tanto, hay que dejar que los alimentos cocinados se enfríen antes de ser refrigerados o congelados.
Pero atención, debes conseguir bajar la temperatura por debajo de los 5o C en dos horas.
Porque el rango de temperatura en el que virus, bacterias y hongos se desarrollan con más facilidad está en los 5o-65o C. Es la zona de peligro de los alimentos.
Por eso, una vez cocinado un alimento debes conseguir enfriarlo hasta la temperatura ambiente (21°-25°) de la forma más rápida posible.
Será después en el frigorífico o el congelador donde alcanzarán rápidamente la temperatura inferior a 5° C.
Cómo enfriar de forma rápida hasta temperatura ambiente los alimentos cocinados
- Para alimentos como arroz o cocinados en piezas pequeñas (pescado, carne) se pueden colocar en una bandeja procurando separar las piezas.
- Si has preparado un guiso lo puedes dividir en varios recipientes herméticos, y si es una pieza grande divisible haz de igual manera.
- Si quieres conservar la pieza entera utiliza un recipiente hermético de su tamaño.
- Después pon los recipientes en agua fría con hielo: bajará rápidamente la temperatura.
- Si son para refrigerar mete rápidamente en el frigorífico, que nunca estará a más de 4o C
- Pon las comidas de consumo muy posterior en el congelador, que estará como mínimo a -18o C.
Para consumir la comidas preparadas con antelación
Los alimento congelados deben descongelarse lentamente dentro del frigorífico y nunca a temperatura ambiente.
La descongelación debe ser lenta para garantizar la calidad nutricional y sensorial (textura, sabor, etc.) del alimento cocinado.
La comida la debes calentar correctamente, es decir, regenerar la comida y no recalentar.
Después, sólo te queda disfrutar de un plato saludable cocinado con antelación.
Resumiendo
Al seguir estas recomendaciones disminuirá el riesgo de que se deterioren y contaminen las comidas preparadas con anticipo; sobre todo, evitas que puedan afectar a tu salud y a los de tu entorno.
Muchas veces habrás dejado una comida enfriar durante horas en la cocina y seguramente no haya pasado nada, pero puede pasar. Se trata de reducir al máximo el riesgo para la salud.
A veces, la comida preparada se estropea porque ha fermentado y no se puede consumir porque resulta desagradable aunque no sea peligroso para la salud, pero se desperdicia alimento.
Te animo a preparar comidas con antelación para organizar el tiempo, pero hazlo con garantías para la salud, manteniendo, además, la calidad nutricional de los alimentos preparados.