Esta es la primera vez que vamos a hablar de los menús semanales que me gustaría organizar en este cuaderno.
Si queremos practicar una alimentación saludable hemos de planificar menús saludables. Esto, que es una perogrullada, es muy difícil de conseguir con menús anárquicos, que no tienen ni pies ni cabeza (ni son menús). Menús elaborados a golpe de picoteo, comidas precocinadas, saltarse alguna comida, etc.
Quisiera comenzar diciendo que, para mí, tener pensado lo que vamos a comer en casa durante la semana siguiente me descansa. ¿Por qué? Pues porque esto me permite decidir la distribución de mi tiempo dedicado a la cocina: una semana dejaré preparados platos durante el fin de semana y entonces habrá poco trabajo cocinero y más tiempo para realizar otras cosas que tengo pendientes, o planifico platos de hacer casi en el momento y el fin de semana es de asueto total…
Cuando planifico el menú me obligo a revisar la despensa, el frigorífico y el congelador, y así elijo los platos que puedo elaborar con los alimentos que tengo y sólo compro lo que verdaderamente me falta para completar el menú de la semana.
Con esa información siempre hago la lista de la compra, que a decir verdad suele variar muy poco cada semana, y procuro no salirme de ella cuando voy al supermercado. De esta manera puedo controlar bien el gasto en alimentación, y consigo atenerme al presupuesto mensual. El tema del presupuesto alimentario si queréis lo podemos tratar un día un poco más a fondo, creo que es muy interesante pues afecta a la distribución de los recursos totales, nos hace pensar en nuestra escala de prioridades.
Os animo a planificar el menú de cada semana, ya que nos ayudará a optimizar tanto el presupuesto en alimentación como el tiempo, pero sobre todo a conseguir una alimentación saludable.
Os seguiré contando. El próximo día concretaremos como es un menú básico diario.
¿Qué os resulta más difícil a la hora de planear un menú?
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